sábado, 5 de enero de 2013

Para no desperdiciar la energía.



Vamos a intentar hablar algo sobre las herramientas juzgar y criticar. Según el diccionario juzgar es formar opinión sobre algo o alguien cuestionable y, criticar, es censurar las acciones o conducta de alguien.

Tanto al juzgar como al criticar estamos invirtiendo una gran cantidad de nuestra energía en formar una opinión sobre otra persona, en la mayoría de los casos, de manera subjetiva. Estamos creando en nosotros una actitud de censura. Estamos “viendo” las vivencias, comportamientos, pensamientos y creencias ajenas bajo unos valores condicionados por nuestro ego. Estamos creando una descripción del otro según nuestros intereses y eso, además, tenemos que mantenerlo en el tiempo. Si te observas cuando críticas o juzgas percibirás que gastas mucha energía innecesariamente, además el uso de esa energía te perjudica.

No juzgar y no criticar ayudan a mantener en nosotros una actitud equilibrada, una armonía en nuestra forma de ser. No juzgar o criticar nos ayuda a escuchar de manera activa, implica: no dar consejos, no dar por sabido lo que el otro siente, ser prudentes y sobre todo implica respeto.




La práctica de no juzgar ni criticar debe llevarnos a ver a las personas y las cosas tal como son. Sin añadir nada de nuestra cosecha. Es una actitud de comprensión real del otro. Es una forma de eliminar el ego.


2 comentarios:

  1. ¿y qué se puede hacer si una persona que pasa mucho tiempo contigo está constantemente criticando-insultando a todo el mundo..., a los que salen en la TV, vecinos, compañeros...., a todos aquellos que no opinan o hacen lo que esa persona cree que es lo mejor?
    ¿cómo se le puede corregir sin molestarla?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una persona cambia cuando ella se da cuenta y decide cambiar. Mientras tanto, podemos aprovechar para observar lo que ocurre en nosotros ante ese comportamiento. Eso es lo más importante. ¿Qué ocurre en mi?. ¿Por qué?.

      Eliminar