martes, 23 de julio de 2013

Nivel 2 de vibración.



Si hemos realizado los ejercicios descritos en los niveles de vibración: “básico” y “1”, notaremos en nosotros, si nos observamos, la actitud que frena la queja, la crítica, la sentencia, la ansiedad y la importancia personal. También notaremos que esa misma actitud potencia la escucha y la percepción de tener un cuerpo sano. Esta actitud que nos hace ser mucho más felices en nuestra vida hemos de consolidarla mediante la disciplina. Hemos de ver la actitud como una expresión de la voluntad.

En este ejercicio de la disciplina notarás una pelea entre la voluntad (falta de voluntad) y la intención. Es muy importante que la voluntad preste su energía a la intención. Ya que la voluntad es una “voluntad formadora”. Nuestra forma de ser se crea mediante la voluntad.

Al levantarnos, o después de desayunar, leeremos la tarjeta. Queda a discreción del ejercitante hacer, o no, los ejercicios de los niveles “básico” y “1”. Sería bueno comprobar que muchos de esos ejercicios se han incorporado a nuestra vida. Si haremos los ejercicios del nivel 2. 

Nuestra tarjeta quedará así:

Nivel básico de vibración
1.- Ejercicio de exhalar lentamente, observando qué ocurre en mi cuerpo.
2.- Observar durante un minuto todos los sonidos que me llegan. Toda mi atención está puesta en observar los sonidos".
3.- Hoy no me quejaré.
4.- Hoy no hablaré mal de nadie (“criticar”).
5.- Hoy no sentenciaré (no afirmaré categóricamente nada).
6.- Hoy escucharé con toda atención y no interrumpiré cuando me hablan.

Nivel 1 de vibración:
1.- Cada vez que me venga un impulso de culpabilidad (un impulso que te altere). Observaré el dolor que me causa y no lo juzgaré ni conversaré con él.
2.- Preguntar antes de comer. ¿Esta comida es sana y necesaria para mi cuerpo?.
3.- Poner orden en mis acciones diarias. No dejar que el desorden dirija mi vida.
4.- Hoy estoy perfectamente sano y gozo de una salud excelente.
5.- Todos somos iguales.

Nivel 2 de vibración:
1.- Fijar para el día de hoy una hora en la que hagamos algo totalmente inútil, por ejemplo dar cuatro vueltas a la mesa. Y lo haremos con toda nuestra atención. Cada día podemos ponernos un ejercicio diferente, o repetir el mismo. Este ejercicio lo haremos, al menos, durante 15 días. Seremos estrictos para hacerlo a la hora acordada.   


2.- Reservar 15 minutos antes de irse a la cama para leer un “poema”. Se trata de sentir, no hay que juzgar nada, ni opinar nada, sólo sentir. Puedes elegir cualquier libro de poesía que te guste. Si no dispones de ninguno puedes leer un poema de los que hay en el “tema” poesía. Se trata de establecer cierta disciplina en la práctica del sentir. Una vez leído y observado lo que sientes escríbelo. Este ejercicio debería hacerse al menos durante 15 días seguidos.   

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