domingo, 31 de agosto de 2014

El propósito, la voluntad y el uso de la energía.



Las personas que quieran iniciar un nuevo camino en este curso que comienza, deberían reflexionar sobre su propósito, la voluntad de que disponen y cómo usan su energía.

Ya hemos comentado la importancia que tiene revisar el uso que hacemos de la energía, identificar en qué la gastamos y, sobre todo, qué podemos hacer para ahorrarla. Mantener energía sobrante nos hace superar todos los contratiempos que puedan surgir en nuestra vida cotidiana.

Aunque nos apoyamos en la planificación y los compromisos contraídos, lo cierto es que no hay nada predeterminado, no puede haberlo, ya que desconocemos el próximo presente, las circunstancias y los elementos que ese presente pueda ofrecernos.

Lo que podemos hacer es dotarnos de una intención, de un propósito, que mantenga un enfoque del nivel de vibración que tenemos como campos de energía. Este nivel de vibración lo conocemos como la actitud, la predisposición, con la que vivir nuestro próximo presente.

Este es el punto de partida para el próximo curso. Crear la actitud necesaria para abordar con éxito los retos que nos propongamos. Se recomienda comenzar con una reflexión sobre lo que somos ahora, cómo utilizamos nuestra energía y qué deseamos alcanzar.

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