martes, 27 de enero de 2015

Cómo alimentar el poder personal



El poder personal no es algo que podamos utilizar con la fuerza, con la violencia o dejándonos llevar por la ira. El poder personal es silencioso y su fuerza está en la quietud.

El poder personal se alimenta de la meditación y se desarrolla en la humildad. Es comportamiento, en una clara consciencia del hacer.

Para ejercer el poder personal no tienes que hacer manifestaciones de ningún tipo, sólo tienes que estar y ser. Es como una onda magnética que te envuelve y notas como llega a lo que deseas.

Podría estar enumerando definiciones y formas de actuar que ayuden a utilizar el poder personal, pero eso no vale para todos, no hay reglas establecidas ni ejercicios eficaces, sólo está el ser y eso es individual.

Siéntate, relájate, medita y deja que llegue tu poder personal. Solo la perseverancia te ayudará en esa búsqueda.

Ejercicio para meditar: ”Relajación física completa”.  

lunes, 19 de enero de 2015

Las acciones cotidianas y el poder personal.



Todo lo que hacemos está determinado por nuestro poder personal. Reflexiona sobre lo que has hecho hoy, o lo que hiciste ayer y considera si ha dependido de tu poder personal o no.

Mantener la dieta que te has propuesto, limpiar la casa sin ganas, acceder a ese puesto de trabajo, mantener relaciones que añadan valor, etc. El desarrollo de muchas de estas acciones las supeditamos a la fuerza de voluntad. Bien, la fuerza de voluntad es una parte importante de tu poder personal.

Cuando no seas capaz de realizar algunas de las cosas que deseas observa tu estado de ánimo. Es posible que te encuentres cansado, de mal humor, algo deprimido, etc. Bien, tu estado de ánimo es parte esencial de tu poder personal.

A veces ocurre que te sientes comprometido para hacer algo que no deseas. No has sido capaz de decir no. Bien, un comportamiento asertivo también es parte de tu poder personal.

Otras veces el ímpetu de los otros te arrasa. Dicen las cosas con violencia, como si siempre tuvieran razón y no tienes tiempo de reaccionar, de posicionarte. La resiliencia también es parte importante de tu poder personal.

Cuando te levantes, antes de iniciar tus tareas cotidianas, haz unas respiraciones completas y observa el estado de tu energía. Lo localizaras sobre tu estómago. Mantén la conexión con tu energía y sonríe 2 ó 3 minutos.  

lunes, 12 de enero de 2015

El uso del poder personal.



Posiblemente, hasta ahora, el uso de nuestro poder personal lo hagamos desde las reacciones ante situaciones emocionales, la toma de decisiones condicionadas por intereses personales, o condicionado por las creencias. En realidad no hay, por la inmensa mayoría, un uso consciente del poder personal.

Para utilizar de manera consciente el poder personal es necesario ser humilde, entendiendo por humildad la eliminación completa de la importancia personal. No tiene nada que ver con el sometimiento, ni con la obediencia, ni nada parecido. Tiene que ver con la libertad. La humildad bien entendida te da la libertad. Si no se alcanza ese nivel de humildad el poder personal está condicionado por el ego y pierde su efectividad.

Ya hemos dicho que el poder personal lo puede todo. Para ello necesitamos ser conscientes del poder y esa consciencia se va adquiriendo mediante el cumplimiento de objetivos, por ejemplo: cambiar mi hábito con la comida, o eliminar mi hábito de quejarme. Parecen objetivos sencillos y simples pero te permiten ir adquiriendo consciencia de tu poder.

sábado, 10 de enero de 2015

El poder personal es tu aliado (para reflexionar).



Cuando hablamos del poder personal casi siempre asoma la idea de un poder oculto, de algo que está sumergido en la magia, o en realidades paralelas a las que no tenemos acceso.

Esto puede ser una equivocación que aleja la posibilidad de desarrollar nuestro poder personal, ya que lo situamos en áreas poco accesibles. El poder personal hay que verlo como la capacidad que tenemos para alcanzar lo que nos proponemos, independientemente de su dificultad. En realidad no hay nada imposible para un poder personal bien desarrollado, sea bueno o malo.

La dificultad para conseguir un gran poder siempre está en el proceso para desarrollar el poder, no en el poder propiamente dicho. Pongamos un ejemplo: “el hacer” que la gente que te rodea sea más feliz, es tener poder personal. También lo es “el hacer” que la gente que te rodea sea más infeliz.

El “cómo hacemos” se encuentra en el desarrollo del proceso que hace que tu comportamiento haga felices, o no, a las personas que te rodean. El comportarte pone en marcha tu poder y éste conseguirá que las personas que te rodean sean felices y te amen o bien que te odien. El poder es la fuerza que consigue las cosas. Tu actitud determina el qué consigue y cómo lo consigue.

miércoles, 7 de enero de 2015

Determinando el poder personal.



Donde estás ahora es donde te ha situado tu poder personal. Sólo mirando con claridad la situación en la que te encuentras podrás conocer qué tipo de poder tienes y en qué se basa.

Podríamos decir que el poder personal se va creando mediante la experiencia de nuestros comportamientos, la actitud que mostramos y la importancia que damos a nuestro ego. 

La acción de nuestro poder personal puede ir en cualquier sentido, muchas veces actúa sin que nos demos cuenta. Las reacciones que tenemos y sus consecuencias pueden darnos buena muestra de ello. A veces tenemos reacciones que dañan a las personas cercanas a nosotros y nos excusamos diciendo: “es que yo soy así”. Otras veces nos acobardamos y cedemos ante presiones. 

¿Quién evalúa el poder que tienes y si éste poder es sano o no?. En este camino del crecimiento personal todas y cada una de las personas que lo abordan tienen el derecho y la obligación de detectar qué comportamientos son los buenos para formar su poder personal.

Si aceptamos que el poder personal es nuestra capacidad para tomar decisiones, mantenerlas en el tiempo o cambiarlas, podríamos iniciar una forma de identificar qué clase de poder personal tenemos y qué podemos hacer para mejorarlo.

Proponemos hacer una lista de decisiones tomadas en el último año y propósitos planteados con “peso”. Entendiendo por “propósitos con peso” aquellas cosas que nos hemos cuestionado con cierta seriedad como aprender un idioma.   

Decisión o propósito
Acción realizada
¿He sido capaz?
Enero 2014. Decido mejorar mi relación familiar.
Escuchar más y mejor a mi familia cercana.
Sí, mi relación ha mejorado.
Enero 2014. Me propongo encontrar nuevas ingresos.
Comienzo a ofertar servicios de ayuda personal.
Conseguí algunos clientes pero no fui persistente.
Marzo 2014. Decido formarme para escribir mejor.
Contacto con ofertas de formación pero no me gusta ninguna.
No fui capaz de abordarlo con seriedad.

¿Qué le falta a mi poder personal?.

sábado, 3 de enero de 2015

La relajación y el poder personal (para reflexionar)



¿Qué es el poder personal?. Podríamos considerar que el poder personal es la capacidad de nuestra voluntad para conseguir aquello que nos proponemos.  

La voluntad es la fuerza que mueve tu energía hacia el objetivo que quieres alcanzar. Pero, ¿qué es lo que inicia el movimiento, qué es lo que decide el propósito?.

La consciencia, la capacidad de darnos cuenta de lo que somos y de lo que nos rodea facilita el conocimiento y éste nos permite tener un propósito. En realidad somos un compendio de propósitos iniciado por el conocimiento de lo que somos.

Dice Carlos Castaneda: “Todo cuanto hacemos, todo cuanto somos, descansa en nuestro poder personal”.

La relajación crea el estado en el que la consciencia se da cuenta del propósito real de nuestra vida, de todos y cada uno de los propósitos que conforman nuestro ser.